Cada gota de miel cuenta una historia
En este increíble paraíso, donde el sol baña suavemente la costa, el zumbido de las abejas llena el aire. El Guardián de las Colmenas no es solo un apicultor, ya que su pasión y entendimiento va mucho más allá. Un buen día, mientras observaba el revoloteo de sus abejas, este joven y curioso apicultor les preguntó... "¿Cuántas abejas se necesitan para hacer un kilo de miel?".
Para producir un solo kilo de miel, unas 50,000 abejas trabajan incansablemente en este laborioso proceso. En su breve vida, contribuirán volando miles de kilómetros y visitando más de dos millones de flores para aportar su preciado néctar para ese kilo de miel. Con cada vuelo, las abejas no solo recogen néctar, sino que también polinizan las plantas devolviendo asi ese gran favor a la naturaleza.
Cada abeja es una obrera, una exploradora y una guardiana de la vida. Y aunque el número pueda parecer grande, cada una de ellas es esencial para conseguir ese dulce regalo. Entre el perfume de exquisitas flores, este Guardián de las Colmenas y sus amadas abejas comparten no solo el fruto de su trabajo, sino también una lección de unidad, esfuerzo y amor por la naturaleza.
Y en ese rincón, donde el tiempo parece detenerse, cada gota de miel es un testimonio del maravilloso ecosistema que las rodea.
- Miel de eucalipto:
Es una miel producida principalmente en los meses de otoño e invierno. Bastante dulce, muy fina en el paladar y con un suave toque floral. Posee unos grandes beneficios para las vías respiratorias. Ideal para añadir en yogures o postres.
- Miel de castaño:
Es una miel producida en los últimos meses de primavera y principios de verano. Tiene un sabor más intenso que la miel de eucalipto y contiene una mayor concentración de sales minerales, lo que le confiere unos tonos más oscuros
y un mayor valor nutricional. Ideal para acompañar con un buen queso o cocinar.
El Guardián de las Colmenas junto a sus abejas producen estas exquisitas variedades de miel:
